
¿Necesitas ayuda con tus obligaciones en materia de fiscalidad y tributación? En vista de la complejidad de actuar ante la Administración Tributaria, existen distintas figuras profesionales que ofrecen asistencia y respaldo. En esta entrada veremos las diferencias entre un abogado fiscalista y asesor fiscal, así como cuándo es necesario acudir a uno u otro.
Tabla de contenidos
¿Qué es un abogado fiscalista?
Los abogados fiscalistas son abogados especializados en el complejo ámbito del Derecho Financiero y Tributario. Se dedican a ofrecer asesoramiento y respaldo a empresas, autónomos y demás profesionales en lo relacionado con su situación fiscal. Entre otras cosas, conocen a fondo los impuestos, tributos y tasas a los que está sujeto cada contribuyente.
Para convertirse en abogado fiscalista o abogado asesor fiscal es necesario obtener un Grado de Derecho y hacer un máster de acceso a la abogacía. Para complementar el perfil ideal, es conveniente cursar un máster en derecho fiscal y tener un nivel alto de inglés. Además, el abogado fiscalista puede realizar cursos de especialización en contabilidad, comunicación, redacción y otros ámbitos afines.
Un abogado asesor fiscal es la combinación perfecta de conocimientos en derecho y procedimientos de Hacienda. En nuestro despacho somos especialistas en acompañar y asesorar a clientes autónomos o empresas en sus obligaciones tributarias.
¿Cuáles son las funciones de un abogado fiscalista?
Las competencias de un abogado fiscalista son muchas y muy variadas, e incluyen casos de estudio, asesorías a clientes y armado de estrategias para la defensa letrada ante Hacienda o entes públicos. El abogado asesor fiscal desempeñan estas funciones, entre otras, en departamentos fiscales de despachos de abogados, departamentos fiscales y financieros internos de empresas, bancos, entidades financieras, consultorías, etc.
Las principales funciones de un abogado fiscalista son las siguientes:
- Asesoramiento fiscal a personas físicas y jurídicas, a nivel nacional e internacional.
- Representación y defensa letrada a clientes, como interponer los recursos administrativos correspondientes.
- Procedimientos judiciales en materia fiscal.
- Operaciones de reestructuración, fusiones y adquisiciones.
- Proyectos empresariales de planificación fiscal.
- Todo lo relativo a impuestos: IRPF, IVA, IBI, impuesto de sociedades, etc.
¿Qué es un abogado asesor fiscal?
Otra figura importante en el ámbito de la tributación es el abogado asesor fiscal, un profesional dedicado a orientar a sus clientes sobre sus obligaciones en materia de impuestos y contabilidad. El asesor fiscal ofrece asistencia directa a empresas y autónomos para ayudarles a cumplir, en forma y plazo, con sus responsabilidades ante Hacienda a nivel estatal, autonómico y local.
El asesor fiscal cuenta con sólidos conocimientos de todos los procedimientos tributarios y de los principales impuestos del país. Aunque se trata de una gran responsabilidad, no es obligatorio tener una titularidad para ejercer la profesión de asesor fiscal.
No obstante, para desempeñarse como tal, deberá haber cursado, al menos estudios de grado, entre los que se encuentran: Título de grado en Derecho, Ciencias Económicas y Empresariales, Dirección y Administración de Empresas o equivalente. A su vez, con un Máster Universitario en Tributación o Asesoría Fiscal, puede desenvolverse plenamente en la labor de abogado asesor fiscal.
¿Cuáles son las funciones de un abogado asesor fiscal?
Empresas y autónomos no están en la obligación de contratar los servicios de un asesor fiscal para el correcto desarrollo del negocio. Con todo, delegar en estos profesionales la gestión fiscal y tributaria es lo más aconsejable. Entre las principales funciones que desempeña un asesor fiscal se encuentra la revisión de las obligaciones legales de una empresa. El conocimiento profundo de la contabilidad de la empresa para identificar oportunidades que le permitan disminuir la carga tributaria sin infringir la ley.
A su vez, un abogado asesor fiscal se encuentra capacitado para elaborar y aplicar estrategias para el estudio, asesoramiento y planificación fiscal. Y puede ofrecer asesoría para la creación de nuevas empresas y estructuras societarias.
Un abogado asesor fiscal sabe elaborar y presentar las liquidaciones periódicas de los distintos impuestos a las respectivas administraciones en los plazos establecidos. Y, a su vez, orientar acerca de la realización de inversiones de activos, aumento o disminución patrimonial o cambios de personalidad jurídica de la empresa.
Si tienes una empresa o te desempeñas como autónomo, contar con un abogado asesor fiscal es la clave del éxito.
Diferencias clave entre abogado fiscalista y asesor fiscal
Aspecto | Abogado Fiscalista | Asesor Fiscal |
---|---|---|
Formación | Grado en Derecho + Máster en Abogacía | No obligatoria, pero se recomienda formación en Derecho o ADE |
Funciones | Representación legal y defensa en litigios fiscales | Gestión de impuestos y asesoramiento continuo |
Cuándo contratar | Ante conflictos legales o inspecciones complejas | Para llevar al día tus obligaciones fiscales |
Diferencias entre abogado fiscalista y asesor fiscal
A la hora de determinar cuándo contratar los servicios de un asesor fiscal o un abogado fiscalista, conviene tener presente cuáles son las principales diferencias entre estos dos profesionales:
- Para ser asesor fiscal no es obligatorio ostentar una titularidad, mientras que para ser abogado fiscalista sí que lo es.
- El asesor fiscal sabe cómo prevenir los problemas con la Administración Tributaria, mientras que el abogado fiscalista está en capacidad de defender legalmente al contribuyente que ha incurrido en un delito o infracción fiscal.
- El asesor fiscal ofrece asistencia periódica y continua a la empresa dependiendo de sus necesidades, mientras que el abogado fiscalista puede que esté presente solo en determinadas circunstancias.
Es importante aclarar que los abogados fiscalistas y los asesores fiscales no son rivales ni sustitutos. Más bien, ambos ofrecen servicios complementarios y se necesitan mutuamente para proporcionar a la empresa toda la ayuda que necesita en materia de fiscalidad y tributación.
Por ejemplo, si en medio de un litigio el asesor fiscal entrega pruebas de calidad al abogado fiscalista, existirán más probabilidades de ganar el caso. Es decir, un equipo que cuenta con profesionales interdisciplinarios, abogados fiscalistas y asesores, tiene más probabilidades de alcanzar el éxito.
¿Cuándo contratar a un abogado fiscalista?
Entonces, ¿en qué situaciones es necesario contratar a un abogado fiscalista? Básicamente, la presencia de este profesional será requerida cuando las autoridades tributarias estén involucradas y haya el riesgo de incurrir en un problema criminal. Lo mismo ocurre si se presenta una situación fiscal muy compleja y entrelazada con la ley.
Para empresas y autónomos suele ser muy difícil y estresante tratar directamente con la Agencia Tributaria para atender reclamos o advertencias de su parte. Un paso en falso o un movimiento equivocado puede generar inconvenientes aún mayores. La administración tributaria no dejará pasar ninguna oportunidad para sacar partido del desconocimiento o vacilación del contribuyente.
Por eso, lo mejor es contar con un abogado fiscalista que represente a la empresa o autónomo ante un tribunal en caso de ser acusado de un delito tributario. Por supuesto, la asistencia de un abogado fiscalista puede ser muy útil para evitar que el contribuyente caiga en una situación tan delicada.
¿Cuándo contratar a un abogado asesor fiscal?
El mejor momento para contratar a un asesor fiscal es durante la fase de creación de la empresa, cuando se está elaborando el plan de negocio. Contar con información fiscal confiable en esa etapa hará posible la toma de decisiones acertadas que garanticen la consolidación de la empresa.
En caso de que la empresa ya esté establecida, pero no cuente con los recursos ni la capacidad para gestionar su contabilidad, será requerida la asistencia de un gestor fiscal.
También, para externalizar la gestión de la fiscalidad, ya sea un asesor independiente o una gestoría, es lo mejor para garantizar el correcto funcionamiento del negocio y prevenir problemas con Hacienda.
Para cualquier empresa o autónomo es un desafío cumplir con todas las obligaciones tributarias y mantenerse al día con las frecuentes actualizaciones y modificaciones que experimentan las leyes fiscales. Dejar todo esto en manos de un asesor fiscal experimentado alivia al contribuyente y le deja tiempo y concentración para atender otros asuntos importantes.
¿Puede ser asesor fiscal un abogado?
Por supuesto que sí, aunque necesitará adquirir los conocimientos y las habilidades para desarrollar de manera profesional la labor de asesor fiscal. Un abogado que sea también asesor fiscal podrá representar a su cliente ante la Administración Tributaria en caso de un litigio.
Asimismo, le resultará más fácil ejecutar tareas como la redacción de recursos sin perder de vista la legislación fiscal en cada uno de sus movimientos. Para que un abogado pueda ejercer como asesor fiscal, necesita conocer en profundidad los procedimientos tributarios y de defensa del contribuyente. Así como los procedimientos para la tributación directa (IRPF, Impuesto sobre Sociedades, impuesto sobre la renta de los no Residentes) y la tributación indirecta (IVA, Impuestos Especiales, Aduanas).
También debe saber gestionar la tributación cedida a las comunidades autónomas, como el Impuesto sobre el Patrimonio o sobre Sucesiones y Donaciones, y la tributación local, como el IBI, IAE o ICIO.
¿Cómo saber si necesitas un asesor fiscal o un abogado experto en impuestos?
La verdad es que la diferencia no radica en el cargo o profesión, si no en tu necesidad. Si te encuentras iniciando actividades como autónomo o gestionas una PyME, lo más probable es que necesites alguien que te ayude a planificar, presentar impuestos y evitar errores comunes. Es decir, un asesor fiscal.
Por otro lado, si ya ejerces y, debido a tus actividades, ocurrió algún imprevisto o problema con Hacienda (sanciones, inspecciones, deudas, etc.) tus necesidades serán suplidas por un experto en derecho fiscal. Es decir, un abogado fiscalista.
¿Un abogado puede actuar como asesor fiscal?
¡Claro! Es lo más frecuente en el mundo profesional fiscal. Los abogados especializados en Derecho Tributario amplían su perfil para ofrecer servicios de asesoramiento fiscal a largo plazo. Esto hace que sean las personas idóneas a la hora de acompañar a sus clientes en cada momento.
Un abogado asesor fiscal no solo se ocupa de las declaraciones, sino que también pueden redactar recursos, negociar con la Administración y anticiparse a situaciones conflictivas.
¿Qué hace una gestoría fiscal y cuándo conviene contratar una?
Una gestoría fiscal se encarga de la contabilidad, los modelos trimestrales, el IVA, las retenciones, el IRPF. O sea, administra correctamente y cumple con las obligaciones fiscales. Contratar una gestoría es una forma de ahorrar tiempo, energía y recursos en tareas que pueden ser confusas para alguien que no es experto en Derecho Tributario.
¿Tiene sentido contar con ambos perfiles: abogado fiscalista y asesor fiscal?
Totalmente. Hay contextos donde lo mejor es contar con un equipo que combine la gestión cotidiana con la capacidad de dar respuesta legal. Un buen asesor fiscal previene, un buen abogado fiscalista actúa si ya hay conflicto. Trabajando en conjunto, cubren todos los frentes.
Elige Viola Pérez
Nuestro equipo de profesionales está preparado para acompañarte, asesorarte y defenderte en el caso de que sea necesario. Somos abogados asesores fiscalistas con experiencia y trayectoria, por eso, sabemos qué es lo que necesitas en cada caso.