Para que las empresas puedan perdurar en el tiempo y alcanzar sus principales objetivos, es esencial que se lleven a cabo análisis financieros con frecuencia. Esto permite conocer, entre otras cosas, cuán eficaces han sido las diferentes estrategias de gestión aplicadas en un periodo de tiempo determinado. Es allí en donde saber qué son los ratios financieros y cuál es su función reviste gran importancia.
¿Qué son los ratios financieros?
La planificación y la toma de decisiones dentro de una empresa no puede depender exclusivamente de la percepción de quienes la dirigen. Para tomar decisiones inteligentes y acertadas, hacen falta datos exactos y confiables acerca del funcionamiento del negocio, además de métodos de análisis para establecer relaciones lógicas entre dichos datos.
Las empresas se valen de la contabilidad para elaborar estados o informes financieros en donde dan a conocer su situación económica dentro de un periodo de tiempo determinado. Entre los estados financieros más destacados figuran el balance general, el estado de resultados, el estado de flujo de efectivo y el estado de evolución de patrimonio neto, entre otros.
Los datos contenidos en estos informes financieros necesitan ser analizados y comparados con otros informes para hallar las fortalezas, debilidades o tendencias que hayan caracterizado la gestión empresarial implementada hasta entonces. Los resultados obtenidos de dicho análisis y comparación es lo que conocemos como ratios financieros.
¿Qué es un ratio financiero?
Un ratio financiero no es más que el cociente que se obtiene como resultado de dividir dos valores contables provenientes de los informes financieros. La razón o cociente resultante sirve como una unidad contable y financiera de medida y comparación usada en el análisis empresarial para conocer diversos aspectos de su gestión.
Así, con el uso de ratios financieros es posible saber con mayor exactitud datos como el total de activos, pasivos o ingresos de una empresa, o sus gastos declarados. Estas cifras suelen ser expresadas como un valor decimal o un valor porcentual, dependiendo del tipo de ratio calculado y el análisis requerido.
Importancia de los ratios financieros
El uso de ratios financieros reviste una gran importancia para quienes tienen la responsabilidad de dirigir y tomar decisiones dentro de una empresa. Tanto los gerentes como los inversionistas que son dueños de acciones de la empresa y sus acreedores, recurren al análisis de ratios para calcular riesgos y ventajas o hacer proyecciones económicas.
Lo mismo ocurre en el caso de los analistas financieros, quienes se valen de los ratios para comparar las debilidades y fortalezas entre dos o más empresas. También utilizan este tipo de métrica para conocer el desarrollo que ha tenido una empresa durante un lapso de tiempo.
Es importante aclarar que los ratios financieros son de poca utilidad a menos que se les compare con otros valores afines. Es por eso que los resultados obtenidos por una empresa en un ciclo de negocios deben ser comparados con los datos correspondientes a otros ciclos o, si es el caso, con los datos pertenecientes a otra empresa.
Requisitos para la comparación de datos de ratios financieros
Puesto que los ratios financieros son unidades contables de medida y comparación, su análisis debe cumplir con tres requisitos básicos:
- Los datos provenientes de los estados financieros usados para el análisis de ratios deben corresponder a un mismo periodo de tiempo.
- Las cantidades a comparar deben tener relación económica, financiera y administrativa.
- Las unidades de medidas utilizadas para expresar las cantidades de los datos a comparar deben ser constantes entre sí.
Tipos de ratios financieros
Existen distintos tipos de ratios cuya clasificación depende del aspecto financiero de la empresa que se busca medir. Cada uno de ellos proporciona información diferente y útil para la gestión económica del negocio. Los ratios financieros más utilizados pueden clasificarse en cuatro grandes grupos:
- Ratios de liquidez
Este es uno de los ratios más importantes para la toma de decisiones empresariales, puesto que mide la solvencia del negocio o disponibilidad de dinero en efectivo para pagar deudas antes de su vencimiento. Para ello se toman en cuenta los activos a corto plazo, como las cuentas por cobrar y la caja. Los ratios de liquidez se clasifican en:
- Ratio de liquidez general.
- Ratio de prueba acida (acid test).
- Ratio de prueba defensiva.
- Ratio de capital de trabajo.
- Ratio de liquidez de las cuentas por cobrar.
- Ratios de gestión
Mediante el ratio de gestión, se pretende conocer si las políticas de gestión relacionadas con las ventas, cobros, inventarios, etc., están siendo o no efectivas. De esta manera se detectan fortalezas y debilidades que permiten hacer mejoras sustanciales en las estrategias de gestión para aumentar las ganancias.
Por ejemplo, el ratio de cuentas por cobrar o rotación de cartera mide el tiempo que tarda la empresa en cobrar a sus clientes. Si esta cifra es mayor a la de ventas, significa que la empresa tiene una acumulación de clientes deudores, lo que a su vez le resta capacidad de pago. En estos casos, es necesario cambiar las políticas de cobro de la compañía.
Otro ratio de gestión tiene que ver con la rotación de inventario, cifra que indica el tiempo que tarda el stock de una empresa en convertirse en efectivo. Asimismo, con esta métrica es posible calcular la cantidad de veces que se necesita reponer el inventario durante un año. Otros ratios de gestión son:
- periodo medio de pago de proveedores,
- rotación de caja y bancos,
- rotación de activos totales y
- rotación de activos fijos.
- Ratios de endeudamiento
Por otra parte, el ratio de endeudamiento o apalancamiento proporciona información específica acerca del nivel de endeudamiento de una empresa en relación con su patrimonio neto. Para ello es necesario tomar en cuenta factores como el pasivo corriente y no corriente, así como el propio patrimonio neto del negocio.
- Ratios de rentabilidad
El ratio de rentabilidad se utiliza para calcular el beneficio neto o rendimiento financiero de un negocio en relación con sus activos. Entre los datos financieros que se utilizan para obtener esta información figuran el capital de la compañía, los activos disponibles y total de ventas.
Gracias a esta métrica es posible determinar el nivel de rentabilidad del negocio, o cuán rentable ha sido el capital aportado por los inversionistas o el generado por la propia empresa. Asimismo, se puede medir la relación entre la cifra de ventas y el coste de fabricación de un producto.
Interpretación de los ratios financieros
Aprender a interpretar los ratios financieros es tan importante como saber calcularlos en base a los estados o informes financieros de una empresa. Con este fin, es imprescindible comparar los ratios actuales con los resultados obtenidos en cálculos y análisis anteriores, y entonces convertir los datos numéricos en información práctica.
Por ejemplo, con los ratios financieros es posible hacer análisis verticales, que consisten en evaluar dos cifras de una empresa en un mismo periodo para determinar la calidad de la gestión o su estado de liquidez, etc. Igualmente, están los análisis horizontales, que evalúan dos cifras de distintos periodos o distintas empresas a fin de hacer proyecciones económicas a corto, mediano o largo plazo.
Por otro lado, hay que tener presente que el análisis de ratios financieros es complemento a otras herramientas de análisis más profundo, que buscan responder a preguntas como ‘¿por qué?’, a fin de resolver cuestiones transcendentales para el buen desarrollo de las gestiones empresariales.