Una derivación de responsabilidad significa que el Administrador asume una deuda de terceros como personal
Una derivación de responsabilidad tiene lugar cuando al administrador o administradores de una sociedad se les obliga a responder con su patrimonio personal por la deuda que dejó la empresa. Suele ocurrir cuando una sociedad cesa su actividad habiendo dejado obligaciones tributarias pendientes de pago.
La derivación de responsabilidad es una de las armas de Hacienda para recaudar dinero, y en los últimos años se ha hecho cada vez más frecuente. ¿Hacienda te está obligando a pagar una deuda que no te corresponde? Podemos ayudarte y defenderte. Solo tienes que contactar con nosotros. Ahora bien, si quieres conocer al dedillo lo que es una derivación de responsabilidad tributaria, solidaria o del administrador, sigue leyendo.
¿Por qué Hacienda me deriva la responsabilidad? ¿Tiene derecho?
Hacienda te ha hecho una derivación de responsabilidad porque necesita cobrar la deuda que la sociedad que administrabas tenía.
A raíz de la crisis económica de 2008, la deuda se ha convertido en una de las obsesiones de Hacienda. Para poder devolver la deuda que tiene el Estado Español, la Administración utiliza diversos instrumentos y uno de ellos es la derivación de responsabilidad que contemplan los artículos 42 y 43 de la Ley General Tributaria. Se trata de una figura que permite, por ejemplo, reclamar deudas de una sociedad de forma subsidiaria a los administradores de las mismas. Sin embargo, es una medida que nunca se había utilizado tan indiscriminadamente. En Castilla y León, por ejemplo, Hacienda puso a una menor en concurso de acreedores tras reclamarle 116.000 euros por las deudas de sus padres
Ahora, con la crisis del Covid-19, esta medida se ha puesto más en boga que nunca. En nuestro despacho hemos advertido de que nos llegan cada vez más clientes a los que Hacienda les exige saldar la deuda de una sociedad con su patrimonio personal.
¿Cuándo podría Hacienda obligar a un administrador a responder a las deudas de la empresa?
Si en el concurso de acreedores se determina que el administrador o administradores son culpables, Hacienda puede obligarlos a responder con su patrimonio personal por las deudas de la empresa. Se contemplan estos supuestos:
- Si durante el concurso se descubre que los administradores de la empresa llevaban mal la contabilidad, o la falseaban.
- Si los administradores presentan mal la documentación, o la falsean.
- Cuando el deudor se hubiera quedado con parte de sus bienes tras un embargo, o lo hubiera dificultado de alguna manera.
- Si durante los dos años anteriores a la fecha de la declaración de concurso hubieran salido fraudulentamente del patrimonio del deudor bienes o derechos.
- Si el deudor simula un patrimonio falso.
¿Cómo puedo evitar la derivación de responsabilidad tributaria?
Siempre que un administrador haya actuado diligentemente se puede evitar la derivación de responsabilidad. Para ello, ha tenido que cerrar el negocio habiendo pagado las deudas, y siendo consciente de su existencia. O bien, habiendo convocado un concurso de acreedores para liquidar la deuda. Un ejemplo de actuación no diligente, que Hacienda podría reprochar, es que el administrador liquide una sociedad aún cuando sabía que esta tenía deudas con la Agencia Tributaria.
También Hacienda puede acusar al administrador de actuar con pasividad si, aún no cono ciendo las deudas, no hizo nada para informarse sobre el estado financiero de la empresa antes de liquidarla.
¿Qué plazo tiene Hacienda para hacer valer la responsabilidad del Administrador?
El plazo que tiene Hacienda para hacer valer la responsabilidad del administrador es de cuatro años desde que finaliza el plazo voluntario para el pago de la deuda.
Nos estamos encontrando casos de antiguos administradores que reciben este requerimiento de Hacienda a escasos meses de que se termine este plazo.
Por ello siempre decimos que es altamente importante estar bien asesorado antes de aceptar el cargo de administrador, pero es aún más importante que éste disponga de un buen asesoramiento fiscal y mercantil que le guíe hacia una correcta gestión contable y cumplimiento de las obligaciones tributarias de la sociedad.