La playa o el pueblo pueden ser sitios idílicos para teletrabajar, pero Hacienda podría considerar que tu casa ya no es vivienda habitual
Los fiscalistas hemos querido advertir esta semana de que irse al pueblo, la playa o un lugar que no sea la vivienda habitual podría eliminar las deducciones a la hora de hacer la próxima declaración de la renta. Con el coronavirus, las empresas se han adaptado a la nueva forma de trabajo a distancia. Muchos trabajadores han optado por mudarse a su segunda vivienda en un pueblo más alejado para evitar las multitudes. Y, aunque pueda parecer idílico teletrabajar así, fiscalmente quizás no sea tan beneficioso
Como indica el diario El País, «permanecer durante meses fuera de casa puede evidenciar que esta ya no es la vivienda habitual y la Agencia Tributaria podría poner en duda la aplicación de diversos beneficios fiscales asociados a su compra». Y los fiscalistas hemos querido recalcar que Hacienda podría rechazar la deducción por vivienda habitual.
¿El único modo de librarse de este susto de Hacienda? Probar que la vivienda habitual sigue siendo nuestro centro vital.
¿Cómo seguir aplicando la deducción por vivienda habitual?
Primero, situémonos: la deducción por vivienda habitual desgrava un 15% de las cantidades aportadas por el pago de la hipoteca. Para poder disfrutar de ello, se exige al comprador mudarse a la casa antes de que pasen doce meses y vivir allí, por lo menos, durante tres años seguidos.
Ahora bien, hay excepciones a la regla. Por ejemplo: que fallezca el contribuyente, se celebre un matrimonio, haya un divorcio o un cambio de empleo. En ninguno de estos casos de contempla una situación en la que se cambie de domicilio por circunstancias mayores como una pandemia… (normal). La clave aquí está en cómo interpreten los órganos administrativos la ley, que contempla que la excepción puede ser por “otras causas análogas justificadas”, entre las que se podría contar el no poder desplazarse de un domicilio a otro. Claro que, en este supuesto, estaríamos hablando de una situación de Estado de Alarma o cuarentena.
Sin embargo, como indicó EL PAÍS, «el pasado mes de junio, la DGT rechazó como causa justificada, por ejemplo, quedar atrapado en un determinado país por el cierre de fronteras decretado por la pandemia. Se trataba de una pareja de recién casados residentes en Líbano, a los que cogió de sorpresa el confinamiento mientras viajaban por España. El órgano consultivo resolvió que se computaba ese tiempo de residencia, por lo que si hubieran pasado más de 183 días en territorio español serían considerados contribuyentes del IRPF español».
Y, además, el Estado de Alarma de marzo obligaba a residir en la residencia habitual.
¿Y cómo te puede pillar Hacienda si no resides ya en tu vivienda habitual?
Hacienda podrá saberlo de muchas maneras: desde comprobar el gasto en suministros como electricidad o agua de la vivienda habitual hasta revisar los pagos con tarjeta electrónica en los comercios a los que vayas cerca de tu segunda residencia. Incluso puede saberlo revisando las redes sociales del contribuyente, si están abiertas.
Si Hacienda logra demostrar con estos datos que has residido durante más de 183 días fuera de tu vivienda habitual, podrá quitarte la deducción. Si, además, cometes el error de indicar esa deducción en la renta del año que viene cuando no corresponde, podría incluso sancionarte.
Si quieres saber cómo deberías declarar correctamente tu declaración del año que viene si te has mudado a una casa del pueblo, puedes solicitar una consulta con nosotros, aunque simplemente tendrás que fijarte en no pasar más de 183 días fuera de tu vivienda habitual.
