El compromiso social y cultural no es solo una moda, es también una forma de optimizar tus impuestos y mejorar tu planificación fiscal. En 2025, España y su Agencia Tributaria aplica una deducción cultural Impuesto de Sociedades por inversión en proyectos de divulgación o fomento comunitario.

Se trata de una herramienta potente que consigue que el interés por lo colectivo se despierte y se aplique desde empresas, pymes o sociedades. Como abogados fiscalistas expertos, te contamos todo lo que tienes que saber sobre deducción cultural impuesto sociedades.
Tabla de contenidos
Deducción cultural impuesto sociedades: ¿Qué es este incentivo cultural?
Este tipo de deducción hace que una empresa o autónomo (en estimación directa) pueda contribuir con un proyecto cultural de su agrado o interés, a cambio de beneficios. Como, por ejemplo, una deducción del 120 % sobre lo invertido en su declaración fiscal. El porcentaje es alto y las ventajas son para ambas partes.
Se trata de una medida que busca generar una especie de “cesión de crédito fiscal cultural”, para que empresas de cualquier sector financien producciones artísticas. La estrategia es clara, proveer desde el sector privado a asociaciones culturales, sin que las empresas deban involucrarse: solo obtener beneficios fiscales.
Es una forma original de generar una sinergia entre sectores y potenciar el crecimiento cultural del país. Sin embargo, no todos están al tanto de este beneficio. Por eso, como abogados fiscalistas expertos te contamos su origen y aplicación.
El origen legal de la deducción cultural impuesto sociedades se encuentra en el artículo 39.7 de la Ley del Impuesto sobre Sociedades (LIS). Allí se regula la posibilidad de que los productores culturales generen deducciones (por gastos artísticos, técnicos y promocionales) y luego cedan esas deducciones a los inversores de su proyecto, es decir, sociedades o autónomos que deriven sus fondos. Esta dinámica es conocida en el mercado como tax equity cultural.

¿Qué se puede desgravar en el impuesto de sociedades?
Por lo general, los gastos deducibles son sueldos, salarios y Seguridad Social. También arrendamientos, reparaciones y servicios profesionales. A su vez, tributos, gastos financieros y amortizaciones. En casos particulares, también pérdidas por insolvencias y seguros de enfermedad.
La deducción cultural en el Impuesto de Sociedades tiene límites claros. En términos generales, la suma de esta deducción y otras que la empresa tenga en vigor no puede superar el 50 % de la cuota íntegra del Impuesto de Sociedades (o del IRPF, en el caso de autónomos).
Esto significa que, aunque tu inversión genere una deducción del 120 %, solo podrás aplicarla hasta ese umbral. El excedente no se pierde del todo —puede servir para planificar futuras inversiones—, pero no se puede aplicar ese año.
Sin embargo, en la deducción cultural impuesto sociedades no todos los proyectos generan estas deducciones.
¿Qué proyectos son elegibles en la deducción cultural impuesto sociedades?
Para aplicar a los beneficios de esta normativa, no vale cualquier propuesta artística. Te compartimos algunos de los requisitos a la hora de elegir un proyecto cultural.
Deben ser propuestas certificables, como proyectos audiovisuales (cine, series, documentales, animación), espectáculos en vivo (teatro, música, danza, festivales), que, a su vez, cuenten con certificación de organismos competentes.
Los gastos admitidos en la inversión deben ser solo los gastos artísticos, técnicos o promocionales que no hayan sido subvencionados con fondos públicos. En este sentido, debe haber un registro documentado para que Hacienda pueda hacer la comprobación adecuada del destino de los fondos.
El proyecto debe cumplir criterios de nacionalidad española o contenido cultural reconocible y, a su vez, debe contar con formalidad contractual. Es decir, se debe firmar un contrato de financiación entre el inversor y el promotor del proyecto, en el que se especifique la cesión de deducción. Es por eso que, para la aplicación de esta deducción, lo mejor es contar con el asesoramiento de un abogado especialista que te acompañe en cada paso.
La deducción cultural exige que el dinero se destine a proyectos con nacionalidad española y contenido cultural reconocido por el Ministerio de Cultura. Es decir, no vale cualquier producción, sino aquellas que sumen valor al tejido artístico nacional. ICAA o INAEM son algunos de los entes que pueden otorgar el listado de obras aptas para la inversión.
¿Qué es la deducción por inversión en proyectos culturales del 120%?
La deducción por inversión en proyectos culturales del 120 % es un incentivo fiscal incluido en el Impuesto de Sociedades que les permite a las empresas y a los autónomos deducir un 120 % del importe invertido en producciones culturales certificadas.
Se trata de una deducción apta para ser aplicada con la inversión en proyectos de cine, teatro, música, danza o festivales, certificados por entes gubernamentales.
Esta deducción cultural del Impuesto de Sociedades convierte la inversión en arte en una oportunidad de ahorro fiscal y de apoyo directo al sector cultural español.
Procedimiento actualizado 2025: cómo solicitar la deducción cultural paso a paso
La dinámica para aplicar la deducción cultural del Impuesto de Sociedades en 2025 está pensada para ser transparente y trazable. Se trata de una política con varios pasos burocráticos, por lo que es mejor contar con un equipo de asesores legales que acompañen el procedimiento con rigor.
A continuación, te mostramos el paso a paso sobre cómo aplicar la deducción cultural impuesto sociedades.
Identificación del proyecto
El primer paso consiste en seleccionar una producción cultural certificable, en el rubro artístico (puede ser de cine, teatro, danza, música). En este punto, es menester verificar que la productora esté dispuesta a ceder la deducción y que cuente con las certificaciones requeridas.
Formalización del contrato
En este paso, el inversor (ya sea sociedad o autónomo) y el productor encargado del proyecto, deben firmar el contrato de financiación. Allí se definirán los importes, plazos y derechos. Este documento será la base jurídica para justificar la deducción ante Hacienda. Para aplicar la deducción cultural impuesto sociedades es necesario generar un contrato y, siempre es mejor si el mismo es redactado por un profesional.
Hacer el aporte
Una vez firmado el contrato, el inversor transfiere el capital acordado. Esta transferencia debe ser trazable, inmediata y debidamente justificada mediante extractos bancarios.
Obtener los certificados culturales
El productor debe solicitar al ICAA o el INAEM la acreditación oficial del proyecto. Estos certificados hacen que la inversión sea oficialmente una transacción cultural deducible. La deducción cultural impuesto sociedades solo será aplicable si el proyecto cuenta con certificaciones oficiales.
Comunicar a la AEAT
Antes de que cierre el ejercicio fiscal, la documentación debe ser enviada a la Agencia Tributaria. Este es el paso que legitima la operación y garantiza que el inversor podrá aplicar la deducción sin objeciones futuras. En este punto, conviene ser prolijo y adjuntar toda la documentación obtenida desde el comienzo del procedimiento.
Aplicar la deducción en la declaración
En el momento de presentar el Impuesto de Sociedades (o el IRPF, en el caso de autónomos), el inversor incluirá la deducción del 120 % de la cantidad invertida en la casilla específica habilitada por la AEAT.
Como abogados fiscalistas expertos, en este punto, recomendamos acompañar la declaración de un informe técnico o una auditoría contable que respalde la operación. Es que, si bien la ley permite aplicar la deducción directamente, es mejor no levantar sospechas ante Hacienda.
La deducción cultural impuesto sociedades es un gran beneficio, pero conlleva una gran responsabilidad. Es por eso que te recomendamos consultar con asesores y realizar el procedimiento de la mano de expertos.